Transportista, ha llegado el momento de reivindicar tus derechos
Príncipe al volante, en asfalto y mercados
Noches tristes, abrumas y adormeces.
Horario de entrega te compromete.
El tacógrafo vigila y padeces
El trato descortés y prepotente.
Sonrisas exhibes cuando abasteces.
Tu estómago sin capital palpita.
El bolsillo sufre, tu voz no grita.
Panes deseas, flaquean y estremeces.
Horario flexible para clan de amo.
El tuyo canta como gallo a la una.
Impotencia te consagra en hambruna.
La sangre de tus venas no es la de asno.
Levanta la voz, grita a las estrellas.
No pregones ni amoldes al lamento.
Únete a quienes padecen las metrallas
de proyectiles necios, por sustento.
El esfuerzo del sudor, alimento
de quienes hoy te ignoran y sustentas.
Rebelión, justicia, avalan intento.
No claudiques, por dignidad que anhelas.
Agustín Conchilla
HA LLEGADO EL MOMENTO
Levanta la voz al viento, transportista.
Brama, patalea, grita por la dignidad de
tu trabajo y por el bienestar de tu gente.
No vayas a ser esclavo del sistema
y de la especulación que te mantiene
en umbrales de miseria e indignidad.
Tus hijos merecen esperanza y bienestar,
tu profesión equilibrio, respeto y equidad
tu esposa sustento familiar y serenidad.
Acelera, grita, apoya y no decaigas.
Ha llegado el momento de plantar cara
a los buitres carroñeros de la sociedad.
Agustín Conchilla
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