Poema en homenaje a la mujer en el día de la madre
Mujer y madre:
Inmaculada Concepción
Señora de pose y altura,
refinada en casa y calle.
Patrona de mi locura
y dueña de alto talle.
Señora de acción y estandarte.
Matrona de crianza y sabores,
orgullo, elegancia y valorarte.
El día de la madre te encumbraste de coqueta,
y yo, como macho, no machista, observé tu belleza,
y cuando ibas y venías admiraba tu devenir y silueta.
Percibí pasión y brillo en tus ojos cuando adoraba
la mirada en los míos, como banderín de victoria,
en muralla esclava de cual liberaría a tan linda dama.
Mi corazón y mi alma acrecientan en valor y aprecio,
entre emoción y manifiesto que percibo en tu deseo, y
mana en amor perpetuo que me inunda sin desprecio.
Tus labios sedientos buscan la ansiedad de los míos
que aunados encuentran el choque y el desenfreno
que se agita y apacigua sobre el jergón de los líos.
¡Señora de mis delirios y dueña de ilusiones!
En seducción abres caminos de tacto y atino,
que acompañan vestidos, sonrisa y pasiones,
y glorifican entre los brazos de tu destino.
Concepción de mi amor, bello, bravo y vivo,
elevas arte y evocas progreso en paulatino,
que revela miradas y codicias del colectivo.
Visión primaveral revolotea en la envidia,
por belleza de semblante, causa y motivo,
que encuentra guiño y recelo, en la insidia.
En transeúntes aprecio anhelos de hospicio,
que perciben en derecho, o premio a la codicia,
y yo, cariño, rechazo por amor sincero y sin vicio.
Homenaje a la madre en el histórico día del 2 de mayo
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